sábado, 5 de noviembre de 2011

EL SAGRADO DERECHO DE PRETENDER VIVIR EN PAZ



Nuestra ciudad se vio estremecida hace tres dias con la muerte violenta de Guillermo Moncada, amigo, padre y ciudadano ejemplar.
Su muerte llegó a manos de un energúmeo que desde hace tiempo, tenía aterrorizada a esta comunidad de vecinos.
Aparentemente la violencia no es exclusiva de este energúmeno ya que otros miembro de su familia han hecho gala de semejante estupidez en otras ocasiones.
Hartos ya de tantas vilezas, Guillermo Moncada solo fue a preguntar el porqué el energúmeno de la historia había atropellado a su hermana.
El energúmeno de la historia hizo lo que sabía, comportarse como un energúmeno.
La Real Academia Española de la lengua trae esta definición:
energúmeno, na.

(Del lat. energumĕnus, y este del gr. ἐνεργούμενος, poseído).

1. m. y f. Persona poseída del demonio.

2. m. y f. Persona furiosa, alborotada.


Ninguna familia de energúmenos tiene derecho a obligar a una comunidad de vecinos a vivir en zozobra y a hacerles creer que la violencia es la regla.
Es al contrario.
La comunidad de vecinos tiene derecho a vivir en paz.  Esa es la regla.
Y más aún, tiene derecho a hacerle saber a la familia de energúmenos que no quieren convivir con ellos.