Danilo Medina comenzará su mandato presidencial el
próximo 16 de Agosto.
Las condiciones emocionales en
que el nuevo Presidente encontrará a los habitantes de República Dominicana es óptima. Ningún gobernante anteriormente habrá
llegado al día de su Toma de Posesión con una población más llena de esperanzas
y de confianza en el futuro. Nadie,
absolutamente nadie, en toda nuestra historia (en la reciente, en la pasada, en
la de más allá cuando Colón y Caonabo) había asumido el control del Cacicazgo,
de la Colonia, de la República, en unas condiciones como las que encontrará el
Lic. Medina. Los indios, los
posteriores súbditos y los ciudadanos de la República Dominicana, en 500 años
de historia, jamás habían estado tan sanos por dentro y fuera.
Y todo gracias a la Moringa. A la Flor de la
Libertad.
Un pueblo sano debe ser más fácil de
dirigir. Lamentablemente para los
políticos a quienes le tocará
conducir “los destinos de la Nación” en estos próximos 4 años, la Moringa no lo
resuelve todo. Al menos, no he
escuchado a nadie decir que las hojas de Moringa resuelven el problema de
Senasa, ni que las semillitas tostadas de Moringa harán más fácil un nuevo Pacto Fiscal,
ni que litros y litros del té de Moringa lograrán convencernos de que no es necesario castigar a los corruptos, y que aunque inundemos todas las ciudades con ramas
de Moringa vamos a abandonar la idea de proteger la Loma Miranda. Mucho menos la Moringa resolverá las dudas generadas por asunto aquel del Salami.
Señor Medina, no nos venga con Morigangas y
sáquele partido a estos millones de dominicanos más sanos que nunca a quienes
prometió un Gobierno de corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se hizo. Y conste que ya la población está haciendo
lo que nunca había hecho: tomar Moringa de desayuno, comida y cena.
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